
Voltaire fue el seudónimo de Francisco maría Arouet.
Nació en una localidad próxima a París y fue educado en un colegio de jesuitas. Fue uno de los grandes escritores de Francia. Hombre de excepcionales dotes intelectuales, vigoroso polemista, publicista y propagador de nuevas ideas. Uso la sátira, la risa burlona para combatir los vicios del régimen imperante.
Combatió enérgicamente a la iglesia, al clericalismo, la intolerancia religiosa y aspectos de cualquier otra índole. Así mismo criticó implacablemente toda dictadura y todo despotismo de los reyes. Sostuvo que el mundo esta regido por leyes naturales y que la razón y la experiencia son únicas guias fundamentales del hombre.
Condeno también la guerra, reconsiderándola como “el mayor de todos los crímenes”.
Por estas razones, fue perseguido y encarcelado en dos ocasiones en la bastilla. Después, desterrado a Inglaterra (1726 – 1729), lugar donde observo y admiro su sistema político.
Entre sus principales obras, destacan: “cartas sobre los ingleses”, en cuyo contenido expresa su admiración por el sistema monárquico constitucional ingles y ataca la autoridad absoluta del rey.
En 1738 escribió: “elementos de la filosofía de Newton”. Finalmente se instalo a orillas del lago de ginebra, donde redacto diversas y variadas obras filosóficas, entre las que cabe mencionar: “cándido”, “diccionario filosófico”, “la doncella”, “sátira a la santidad de Juana de arco”, etc.

Montesquieu (1689-1775):
Nacido en La Brède, Francia en 1689, su nombre era Charles-Louis de Secondat, barón de La Brède y de Montesquieu. Hijo de una familia noble. A partir de 1700 estudió en el colegio de Juylly, durante cinco años. En 1705 estudió Derecho en Burdeos, donde obtuvo su licenciatura en el año 1708.
Al fallecer su padre (1713), fue nombrado consejero en el Parlamento de Burdeos. Dos años más tarde, a la muerte de su tío, heredó el cargo de magistrado en el Parlamento de Guyena. En 1716, entró en la Academia de Burdeos, donde escribe “Las Cartas Persas”, obra que le valió la entrada a la Academia Francesa en 1727.
En 1729 vende su cargo de magistrado por falta de dinero. En el periodo posterior a la publicación de su mayor obra “El espíritu de las Leyes” (1748), se dedico a viajar contemplando las cultura, la política y sus economías.
Su obra fue criticada y censurada, finalmente los últimos años de su vida los dedicó a viajar de París a Burdeos y a terminar alguna de sus obras empezadas. Fallece en 1775.

Jean-jacques Rousseau (Ginebra 1712- Ermenonville 1778): De formación autodidacta, cultivó distintos campos del saber. Llegó a París en 1741, donde frecuentó el círculo de los enciclopedistas, con quienes más tarde rompió. Rousseau se opone a la idea ilustrada de progreso, puesto que concibe que en la cultura y la civilización radican todos los males que aquejan al hombre, el cual, siendo bueno por naturaleza, se ha visto conducido a un estado de corrupción. Frente al pensamiento ilustrado, que cifraba en la razón la conquista de la felicidad, Rousseau mantuvo que la dicha solo se alcanza atendiendo a los propios sentimientos, que permiten recuperar la armonía y justicia perdidas. En toda la obra de Rousseau se aprecia una exaltación del sentimiento, que se refleja en sus teorías sobre la religión, la estética y la educación. En política, afirmó que la sociedad civil es un cuerpo único nacido de un pacto social y defendió sin restricciones la soberanía popular. De su vasta producción cabe resaltar las entradas sobre música de la Enciclopedia, Discurso las ciencias y las artes (1750), Discurso sobra origen de la desigualdad de los hombres (1755), Emilio (1762), El contrato social (1762); y desde un punto de vista literario, Ensoñaciones de un paseante solitario (1782) y Confesiones (1782-89).